Todo y los términos superpapá, padrazo, nuevas partenidades y todas esas cosas no son los que normalmente usamos, hay veces que realmente su padre es lo más, y también es bonito decírselo, por todo el esfuerzo que hace (que hacemos) en el día a día, y porque cuando miro a mi marido a través de los ojos de mi hija, yo también veo un superhéroe, y me alegro cada día de que ellas tengan algo que yo no tuve jamás, porque de las generaciones anteriores a estas están apareciendo sin duda grandes cambios, y este libro los celebra y los cuenta de una forma muy tierna.
Superpapá de Rachel Bright es un cuento ideal para el día del padre, o para cualquier día en el que queramos ver y recordar lo bonita que es una relación padre-hijo (o hija, porque en realidad es un oso panda con su osezno de género indeterminado) va más allá de los actos concretos y que hace o deja de hacer un padre, y nos enseña que no son las mil cosas que sabe o comparte, es que todos los días a su lado, todos los momentos, aunque sean tumbarse juntos son los que le hacen tan asombroso, simplemente por ser quien es y estar a su lado.
32 páginas de entrañabilidad, y preciosas ilustraciones en los que nos traen la figura del padre que trabaja fuera de casa pero que los ratos en los que está con su criatura, en los momentos más cotidianos y del día a día, los hace valer. Preparando el desayuno, bañando, jugando, limpiando tras una travesura o leyendo un cuento.
Un libro precioso, en el que ya os aviso, la madre -si la hay- no aparece por ningún lado, dedicado simplemente a ellos. Recomendado para criaturas a partir de 3 años, es precioso también para primeros lectores por las pocas palabras y fáciles de reconocer.
¿Vosotras tenéis un superpapá en casa?