El Montseny en familia. Escapadas mágicas

Uno de los propósitos que tuvimos en el 2016 era salir más las vacaciones, puentes y hacer pequeñas escapadas. Y unas cuantas hemos hecho, ahora que ha llegado el verano aprovechamos mucho más los fines de semana, porque sin duda es algo que nos hace falta y disfrutamos del cambio de aires.

Siendo tres y el perro hay que buscar sitios en los que podamos ir juntos, con actividades para ella y que tampoco el viaje en coche sea muy largo. El turismo rural es ideal para eso, y en Catalunya hay sitios mágicos. Uno de ellos es visitar el Montseny en familia, y descubrir todos sus rincones.

A una hora y media de Barcelona y adentrándonos en el parque natural, es un alojamiento de ensueño, rodeados tan solo de naturaleza en un paraje lleno de posibilidades.

La primera aventura fue llegar hasta la casa, más por mi propia torpeza y facilidad para perderme que por el lugar el sí, realmente el camino está indicado y en su web podéis ver indicaciones muy precisas ¡pero sobretodo no le hagáis caso al GPS! la subida hasta el lugar es una preciosa ruta forestal llena de encanto, que a mi me hizo ir agarrada al volante de mi pequeño Micra la primera vez y que las siguientes la bajaba y subía tan tranquila sintiéndome toda una conductora profesioal .

¿Veis esa casita en medio de la montaña? Pues ahí es, a 820m de altura, en medio de un parque natural, un sitio tranquilo, y lo mejor de todo es que es el lugar perfecto para empezar infinidad de excursiones mágicas.

Si buscáis relajación y «slow life» este es sin duda vuestro sitio. Un punto de partida inmejorable para infinidad de excursiones, hacer la subida al Turó de l’Home, Sant Marçal, Les Agudes, los pozos de hielo en el bosque de Hayas, o un paseo entre los castaños milenarios o simplemente saliendo descubriendo caminos a vistas increíbles.

Y si queréis salir a los pueblos cercanos, visitas a la feria del Bolet de seva Seva, la feria Medieval de Vic, o la increíble feria de la Castanya de Viladrau son actividades que nos te puedes perder en familia si viajáis en otoño.

Pero si hay algo que sin duda vale la pena de la estancia en Can Toni, es lo bien que te hace sentir su propietario, Jaume, que te hará de guía de la zona recomendando las mejores rutas, o lugares dónde ir, y te recomendará actividades cercanas y rincones para visitar. Siempre dispuesto a atender y ayudar en todo lo que pidas, te hace sentir como de la familia.

Y también de la familia son sus tres perros, Esquitch, Mitjons y Lluna, que serán unos anfitriones ideales para tus criaturas peludas, y con los que tanto Bluffy como la niña se lo pasaron fenomenal. 

Las dos casas independientes, una para 7 personas y otra para 4 están totalmente reformadas, equipadas y son perfectas. Nosotras fuimos en octubre la primera vez y en diciembre luego, y tuvimos una temperatura muy buena. Las noches de descanso mirando las estrellas, encontrando bichos o asando castañas en la chimenea de casa fueron ideales.

En el terreno hay espacio para barbacoa, mesas para comer al aire libre, hierba para correr, un gigante árbol de Totoro y mucho mucho mucho espacio. 

Ahora, eso sí, la casa está muy apartada de todo, hay cobertura la justa, y un ratito en coche hasta llegar a Sant Esteve de Palautordera, la población y tienda más cercanas, así que llevaros todo lo necesario en el maletero para unos días.

Si queréis ver más información, precios y fotos de las casas, podéis ir a su web y si queréis alquilar la estancia os recomiendo llamarle por teléfono directamente. El fin de semana completo de la casa para 4 personas incluyendo el suplemento del perro sales por unos 250 euros, una estancia que os aseguro no olvidareis. A mi personalmente me tiene tan enamorada que estoy segura de que este año sin duda volveremos a visitar.