Juegos de mesa desde 5 años: Diego Drago y El mundo de los Sentidos

 

A los 5-6 años estamos empezando a disfrutar aun más los juego de mesa, no solo porque que la dragona pueda leer y manejar números sencillos ayuda a que sea capaz de manejar sola cartas y reglas, es que además su capacidad de hacer estrategias se va desarrollando asombrosamente y ya hay muchos juegos -sobretodo de habilidad o memoria- en los que es capaz de ganarnos.

Y es en esos juegos en los que para mi también es divertido, cuando ella me puede ganar. Os quiero traer dos opciones geniales, y que como todos los juegos de haba son verdaderas joyas del entretenimiento familiar. ¡Ideal para estas vacaciones!

Diego Drago

Los juegos donde la caja sirve de elemento de jugabilidad para mi tienen especial encanto. En esta propuesta la caja se convierte en un estadio, y levantando una pestaña en la parte de abajo del tablero en una pista con inclinación para tirar canicas (o tres bolas de fuego de dragón).

De reglas muy sencillas y una partida que dura pocos minutos. Los dragones, que se van moviendo por el lateral de la caja en un recorrido circular avanzarán según la habilidad de los competidores por acertar las canicas en unos slots determinados. La gracia es que el lugar donde se tienen que acertar las canicas viene elegido por una carta que solo la persona que lanza sabrá. Los demás jugadores, mientras esta dispara, deben adivinar cuál era la carta y el objetivo de los tres lanzamientos.

La propuesta de estrategia es muy divertida. Primero es que no se te note la alegría o la decepción a la hora de acertar o fallar, y luego el elegir si los tres disparos se intentan en el mismo objetivo, y se sacrifican movimientos para  jugar al «despiste» y a que no adivinen los demás jugadores (y no puedan mover a sus dragones).

El que tanto cuando lanzas como cuando esperas tengas algo que hacer (disparar o adivinar) hace que la partida que mantenga muy atenta en todo momento para todos los jugadores y no tengan únicamente ansia porque llegue su turno.

Las instrucciones oficiales proponen que cada jugador lance tres veces y el que va más avanzado sea el ganador, nosotras jugamos a tener que llegar al final del estadio, son partidas muy cortas y la mecánica además les divierte un montón.

El juego además lo hemos adaptado a más peques, con las cartas descubiertas y que simplemente tienen que lanzar y acertar en el sitio correcto para que su dragón avance. Al no tener que leer, lanzas datos o saber números es fácilmente jugable para edades más tempranas (3-4 años que tampoco queremos que se intenten comer las bolas de fuego o los dragones).

El mundo de los sentidos

Espectacular dónde los haya, es un juego que de buenas a primera puede echar para atrás por la colocación, el montón de elementos y el gran libro de instrucciones, pero es una juego que una vez conoces y entiendes te enamora, ya que además de incluir un modo muy divertido con el que puedes jugar únicamente con los elementos de la caja (que son muchos) está totalmente abierto a la creatividad.

Si además tenéis una de esas criaturas que disfrutan inventando reglas, creando juegos o adaptando normas, esta es sin duda una propuesta para vosotras.

En el mundo de los sentidos la mecánica es más sencilla de lo que parece. Cada jugador es un indio o una india, que guiados por la sabia lechuza Sipokoo ha de realizar una serie de pruebas para ir consiguiendo las plumas con las que decorará su vestuario. Al finalizar el juego se anima al ganador a bailar un baile indio alrededor de la mesa como celebración por haber superado el desafío.

Las pruebas son de todo tipo. Adivinar por texturas de una bolsa cerrada, reconocer contornos, una figura que falta, reconocer con los ojos cerrados de dónde viene exactamente un sonido, identificar un sabor, ordenar objetos por temperatura, identificar un olor, o el olor que falta, hacer parejas con bolsas con diferentes pesos, memorizar fichas, dibujar o hasta jugar al robo de la gallina dónde un jugador lleva un cascabel en el tobillo y otro (con ojos vendados) le tiene que tocar antes de que llegue a llevarse una ficha con forma de gallina.

El juego trae las fichas y complementos de forma, peso y sonido para realizar una partida básica, pero si quieres añadir olores, sabores y temperaturas vienen las fichas de desafío para poder añadirlos a la partida y varios ejemplos, pero seremos nosotras las que añadiremos los objetos y podremos inventar las reglas. Desde elementos naturales, a cosas que tengamos en la cocina (por ejemplo jugar con especias cómo orégano, pimienta o tomillo para el olor o cosas fáciles como azúcar, sal, harinas para los sabores son elementos además que podremos mantener bien guardadas junto al juego).

La parte en la que se prepara el juego y se eligen los elementos es muy entretenida, y las criaturas disfrutan muchísimo de los retos. Algunos se hacen en pareja, otras participa una sola persona o todos los indios. Un juego en el que tendrán que oír, ver, saborear, oler y palpar, sin duda original y sorprendente que permite mucha rejugabilidad ya que se pueden ir cambiando y creando pruebas nuevas. ¡Si le dais una oportunidad se convertirá sin duda en uno de vuestros favoritos!

 

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