Los terribles dos años

Ninguna época es terrible -espero no tener que tachar esta frase dentro de unos años-. Somos madres y hay días más cansados que otros, en cualquier etapa.

A veces parece que nos divertimos asustandonos unas a otras, o que siempre queremos ir un paso por delante y cuando alguien con una criatura más pequeña que la nuestra cuenta lo suyo aprovechar para soltarle un…

  • Pues ya verás cuando le salgan los diente
  • ui, eso no es nada, cuando empiezan a caminar ya te cansarás ya
  • ¡A los dos años se ponen mucho más difíciles!
  • La guarde no es nada, espera a que empiecen el cole…
  • Ay, pues no te queda nada por pasar, ya verás cuando tenga unos años más…
  • ¡Ya ves, Imagínate con más de una!

Y siempre temiendo un futuro incierto, en el que nos espera algo peor que lo que estamos viviendo ahora…

El cambio que se experimenta cuando se es madre, la re-colocación interior, la re-estructuración de la pareja, la adaptación a los nuevos horarios y las rutinas va a suponer un cambio, que será duro, como todos los cambios, pero que nos aportará muchas cosas positivas, una experiencia y un camino vital que es muy enriquecedor de recorrer.

Personalmente no creo en los terribles dos años, también porque no los estamos viviendo en absoluto. Si hay algo que está marcando esta etapa frente a otras es más el desgaste personal acomulado que llevamos, al hecho de que ella sea más o menos demandante.
Terribles2añosSobre los dos años -no olvidemos jamás que cada criatura es un mundo- hay muchos cambios, físicos y psicológicos que son reales. Su mundo se expande, corre, salta, trepa. Su relación con los objetos cambia, ahora puede llevar una silla a un mueble, subirse y coger un juguete que no tenía al alcance, tienen nuevas emociones, deseos e intereses, se puede comunicar mucho mejor, pero junto con todo eso también aparecen frustraciones, y el sentir emociones contradictorias a la vez -su necesidad de independencia y exploración contra la necesidad de estar cerca de su figura de apego-.

Pueden ser etapas complicadas. Tu tienes prisa porque el ritmo de vida, los horarios laborales, los de la guardería no son tan flexibles como deberían y aunque en un mundo ideal tu criatura podría tomarse el tiempo para vestirse sola, no te puedes permitir el lujo de quince  minutos para meter el pie en un zapato…

Hay que encontrar un  balance, saber poner límites, pero también ser consecuentes y claras. Para mi el diálogo con la niña está siendo fundamental, el hacerle partícipe de lo que hacemos, y proponer alternativas. No sirve que cuando ya estás preparada y has quedado abajo le digas venga va, ¿quieres ir al parque? porque si dice que NO, vais a ir igual. O que cuando ya tienes la cena medio preparada, aunque sepas que siempre le pirra el arroz con verduras le digas ¿te apetece cenar arroz? Y lo digo porque pecábamos de eso, y nos llevaba a enfados lógicamente porque ella quería tomar la aleternativa que le daba, pero a mi me venia fatal que lo hiciera…

Cuando le hago una pregunta o le dejo tomar una decisión, es porque su respuesta va a ser válida, sea la que sea, si no, no le pregunto, le explico lo que vamos a hacer. 

Su necesidad de aprender y de explorar le hace querer hacer las cosas por ella misma, hemos aprendido pequeños trucos, como el de ponerse la chaqueta sola desde hace meses (tengo que subir un vídeo, se pone la chaqueta en el suelo, ella mete los brazos y la levanta por encima de la cabeza) Podéis ver la técnica aquí, a nosotras nos funciona el Flip Method, y desde que lo hacemos, desde los dos años, poner la chaqueta ha pasado a ser un momento genial.

Y sobretodo cuando ella se enfada, no me enfado yo, su sentimiento de frustración o de enfado es válido, intento no negar sus emociones (y remarco intento, porque hay días y días, y eso as así y no hay que sentirse mal por tener reacciones que luego nos demos cuenta que han sido exajeradas).

Personalmente no creo en métodos de adiestramiento a lo supernanny o en los timeouts. La crianza nos va a traer muchos retos y mucho aprendizaje, tanto de las criaturas como de las personas adultas que las rodean, y pienso que deben afrontarse con positivismo y sin marcar etapas como «terribles» o comportamientos como «malos» antes de tiempo.

Me gustaría recomendaros un par de lecturas;

¿Y vosotras? ¿Qué experiencia habéis tenido o estáis teniendo de los dos años?

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10 respuestas a “Los terribles dos años”

  1. Que te voy a decir!
    Estoy muy de acuerdo contigo.
    Son etapas, más o menos duras pero hay que entenderlas y empatizar.
    No es tan fiero el lobo como lo pintan y si, nos encanta meternos miedo las unas a las otras.
    Eso es deporte nacional.
    Un beso guapa

  2. Lo de ponerse la chaqueta sola lo vi en vivo y en directo y aluciné pepinillos! Qué crack!

  3. Se lo comentaba a otra blogera que esta semana sacó el mismo tema. Por aquí estamos ya a punto de cumplir los 3 y no hemos pasado por esas tragedias que nos vaticinaban. No hemos tenido rabietas mas allá de 2 lagrimillas, ni hemos pasado por el «NO» continuo ni ha sido para nada estresante. Yo sigo pensando que es una leyenda mas, para asustarnos ajja.

  4. Cuestión de madres dice: Responder

    Yo, a estas alturas, hasta echo de menos los terribles 2 años.. jejejejeje.. es broma… simplemente crecen y cambian las emociones y quieren hacer más y se expresan de otra manera y claro, lo que dices, te pilla cansada y con más años y a veces como que no tenemos el mismo aguante…
    Me anoto lo de no proponer si no lo voy a poder cumplir porque peco de eso y luego vienen los cabreos.. jejejejeje… gracias ;)

  5. Yo estoy también en la recta final y no se porque me da que los 3 me van a dar mas el follon, jajajaja. Besicos

  6. Hola yo también he oído esas frases más de una vez me decían -ya veras cuando le empiecen a salir los dientes ya veras cuando empiece a caminar jajaja yo creo que no es lo mismo para cada niño por ejemplo tanto que me habían dicho de lo mal que se ponen cuando le salían los primeros dientes y yo con el mio ni me entere cuando le salieron…me identifico también por que yo estoy justo ahora pasando por esa etapa la de los dos años jajaj y opino como tu hay que hay que enseñarles a expresar sus emociones no cohibirles al fin de al cabo están aprendiendo un abrazo

  7. mi sobri de londres se pone la chaqueta así desde chiquitita, se lo enseñaron en la guarde! y tiene otro truco para el invierno, los guantes van unidos por una cinta larga que va dentro del abrigo, así nunca los pierde! :D

    para mí a los 2 años empiezan a ser muy divertidos, es una edad increíble! lo de los terribles creo que se dice porque ya son tan conscientes de todo lo que pueden hacer que no existe el botón de OFF! es terrible para los padres que, como dices, llevan cansancio acumulado ^^

  8. ¡Interesante! Mi bichilla aún está por llegar a esos peligrosos dos años. Actualmente hay cosas que sé que entiende a la perfección, pero lo de ponerme a pedirle opinión y razonar con ella aún está por venir. El caso es que leyendo tu post, e ha gustado esta lógica tuya de que si de verdad quieres saber su opinión le preguntas, y si la decisión ya está previamente tomada por los adultos simplemente le explicas en plan pero sin pedirle que opine. Es que me parece de una sencillez admirable y sin embargo una gran idea para evitar malentendidos y que los churumbeles piensen que nunca les hacemos caso en nada.

  9. Yo estoy en la recta final de los 2 años (en julio ya cumple 3) y tampoco creo que sean terribles.
    Más bien en muchas cosas es todo lo contrario, mi peque ha empezado a hablar con 2 años y esto nos ha ayudado mucho ya que al poder explicar que le pasa es más fácil que todos nos entendamos.
    Nuestra experiencia ha sido que hay momentos de todo, en general lo estamos disfrutando y el día que toca pataleta pues lo llevamos lo mejor posible, pero para mi el balance es muy positivo.
    Creo que más que pensar en lo malo deberíamos disfrutar todo lo bueno que nos dan.

  10. Estoy de acuerdo contigo en todo…no debemos ver los cambios de nuestros hijos y el aprendizaje de sus emociones como algo terrorífico. En mi caso lo que yo temía eran las famosas pataletas, que llegaron a los 3, porque cada niño es un mundo. Hay que proveerse de mucha paciencia, mucha comprensión, respeto y sobretodo una gran dosis de humor…para esta y cada etapa que tengan que vivir y compartir con nosotr@s.

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