Manualidades con Lego: Laberinto de canicas

Hace unos meses visitamos la Feria de Lego de Montblanc, Brickània, una experiencia totalmente recomendable, en la que no solo tuvimos una maravillosa estancia y conocimos un lugar de leyenda al que sin duda volveremos, además surgió la obsesión del padre de la criatura con las minifugures y la niña subió de nivel al lego «de mayores». Os hablaré más detalladamente, porque tanto la feria como el fantástico alojamiento que encontramos es totalmente recomendable y una visita a hacer con criatura sin duda.

Total, que en nuestra fiebre de compras compulsivas nos hicimos con algunas piezas de lego, sets y figuras, empezó el amor por Ninjago y mi hija se convirtió en Kai, el ninja rojo, muy acorde con su previo amor hacia Rafael, la tortuga.

Ahora jugamos mucho con lego y hemos sumado a nuestra colección de duplo una caja llena de piezas, todo y que seguimos debatiendo entre si el orden debe ser por sets, tipos o colores…

Lo que sin duda más hemos aprovechado son las bases de lego, tanto la grande de Duplo, como una más pequeña para las piezas normales, porque además mi gran descubrimiento ha sido que:

¡las piezas de duplo son totalmente compatibles con las del lego normal!

Que es de lógica con lo bien que esta gente hace las cosas, pero la sorpresa que me pegué como si hubiera averiguado un secreto oculto y desbloqueado un logro épico. Resulta que pueden juntar para hacer construcciones, y las bases nos sirven indistintamente para un tipo o para otro.

Así que lo que hicimos fue usar los bloques de Duplo para construir las paredes sobre una base y con las piezas pequeñas, hacer un caminito cruzando de un lado a otro. Ella también creó una «puerta» y decidió poner varias figuras dentro de su laberinto.

Ahí jugaba a entrar la canica por la puerta y moviendo solo la estructura, irla girando para que fuera a un lado o a otro, primero tenía que alcanzar a las figuras para que la llenaran de energía y luego continuar el camino hasta el final, después construyó bloques que tapaban el paso, hizo juegos de rescate y con obstáculos.

Vamos que nos pasamos un rato la mar de entretenido, y me fascinó ver como ella se creaba los juegos, encabaja, desencajaba y dominaba tanto piezas grandes como pequeñas. Os tengo que decir que prácticamente lo hizo ella sola y el tamaño de las piezas para casi cuatro años es ideal, le supone un reto muchas veces y se esfuerza por conseguir montarlas con mucha precisión.

Eso sí, os recomiendo superficies téxtiles, nosotras jugamos mucho encima del sofá cama abierto o en una alfombra, porque las piezas se caen, mucho, muchísimo, y si van al suelo y empiezan a rebotar ya sabemos todas que se convierten en trampas mortales…

Y pronto os enseñaré nuestro nuevo gran set de Ninjago… ¡Si es que nos apasionan el Spinjitsu y el Airjistu! Lego además en su parte más educativa tiene un montón de posibilidades y también estamos haciendo juegos de formas, colores ¡y hasta aprender matemáticas! Pero eso serán otros post…