Y es mi experiencia pero estoy segura que podría ser la de muchísimas de vosotras, porque en España la conciliación es un chiste, desde la cortísima baja por maternidad hasta lo imposible de compaginar el calendario escolar con el laboral.
Toda mi vida he trabajado por cuenta ajena, así que cuando fui madre por primera vez hace seis años y con cero apoyo familiar por tener a su abuela a 1000km de distancia mis prioridades y mi vida cambiaron totalmente. Yo tuve que pedir reducción de jornada, ellos consideraron que ya no podía hacer mi trabajo de lead de equipo, ni llevar proyectos, ni por supuesto tener ninguna opción de prosperar en la empresa, ahora era una madre, ya no era una empleada válida porque mi prioridad era mi hija, además de que continuamente pedía cambios de horarios o me tomaba días de vacaciones con poca antelación por enfermedad de la niña.
Mi relación con la empresa dio un giro increíble, tuvo épocas malas y épocas no tan malas, en más de una ocasión tuve que recurrir a la ayuda de los sindicatos para hacer valer mis derechos, pero es cierto que en otras veces tuvieron flexibilidad y los cambios constantes en equipos y tareas fue la tónica de mis últimos años allí.
Y si, hay campamentos, canguros, casales y actividades que «ayudan» a conciliar, pero además de que no quiero perderme el tiempo con mis hijas, los precios en Barcelona capital son tan altos, que haciendo cuentas me sale mejor quedarme yo y no cobrar, que tener que cubrir todas las horas y días necesarios. Ahora además que la mayor ya sí que se podría quedar a hacer actividades sin mi, la pequeña es muy pequeña como para dejarla.
Hasta ahora con la peque estaba de excedencia, y para mi ha sido una maravilla poder disfrutar de este primer año -igual que disfruté el de su hermana- y aunque para su padre y para mi ha tenido épocas muy muy duras, verlas crecer, y pasar todo el verano juntas ha sido una maravilla.
Pero tocaba volver, una empezando Escoleta, la otra la vuelta al cole, y yo tenía un nudo en el estómago, porque otra vez tocaría hacer malabares con los calendarios, ir de culo de una lado a otro, y rezar para que los virus no se acercaran. En fin, gracias a un ERE, después de 11 años, mi empresa me ha despedido.
¿Y ahora qué?
Ahora he estado mirando las opciones disponibles, capitalizar el paro es quizá la que más me llama la atención, y montar lo que siempre he querido, con asesorías de SEO, dedicarme a los blogs, dar (y recibir) formación y poder sobretodo seguir la crianza de mis hijas, dedicarme a ellas y disfrutar cada día libre, cada puente, cada vacaciones sin tener que pensar ¿y como nos lo montamos? mientras intento sacar adelante algo con lo que me sienta feliz haciendo, ayudando también a otras personas, y asusta mucho, sobretodo por la inseguridad económica que es el trabajar por cuenta propia, pero ha sido el empujón que me faltaba para poder hacer lo que siempre he querido.
Así que voy dándole forma a un proyecto y mientras me sigo preguntando de verdad cómo está todo tan mal montando, como es tan difícil criar sin familia extendida, como hemos olvidado que somos interdependientes, y como la crianza te enseña lo duro que es no tener apoyo ni recursos, pero como al final, todo se encamina.
Te leo y me veo. Era considerada y valorada en mi empresa hasta que se me ocurrió ser madre. La primera y única madre además,en una pequeña empresa formada íntegramente por mujeres que me miraban como si pedir una reducción de jornada o tener q salir pitando porque te llaman de la guarde, fuera el colmo de tener caradura y estar lela. Olvidan q en las reducciones lo que no se trabaja, tampoco se cobra.
Tres embarazos después, 6 años después de mi primer hijo y 11 años después de entrar en esa empresa,he puesto fin a mi relación laboral y proyecto emprender por mi cuenta. Necesito conciliar de verdad, sin que me vuelvan a acusar de «falta de lealtad a la empresa a pesar de que entiendan mis circunstancias familiares» (literalmente), sin que me pregunten si voy a ir al despacho teniendo a mi bebé de 11 meses ingresado por neumonía o voy a «visitar» a la niña al hospital (??? Se creen q puede quedarse sola???), Sin que me llamen amargada ni me hagan esconderme a llorar en el baño.
Lo siento por todas aquellas que no pueden plantearse emprender y buscar su sitio…porque la conciliación en este país es un precipicio para que una mujer arroje su futuro profesional. Mucha suerte en tu proyecto!!
ese plan de futuro será un éxito, lo sé!!! ^____^
¡Adelante con el proyecto! Creo que con tu cabeza, actitud y conocimientos triunfas seguro! Si eres la reina del SEO. Jajaja. Siento mucho lo que te ha pasado porque las transiciones son duras y espero que esto, dentro de un año lo vivas como un “gracias al cielo que ocurrió”. Mucho ánimo.
¿Conciliación? ¿Eso existe? Tras 8 meses de excedencia mi antigua empresa me dejó claro que ya no había sitio para mi. No cambio por nada estos dos años junto a mi hijo pero siempre tendré un regusto amargo por lo ocurrido. Lo que más me preocupa es cómo retomaré la vida laboral, con una edad complicada. No me siento preparada para lanzarme a un proyecto como deseas hacer tú. Me parece valiente y admirable. Te deseo lo mejor. Un abrazo.
¡Qué me vas a contar que no haya vivido yo ya! La inseguridad económica es difícil perderla, por lo que se convierte en la mayor preocupación. Pero por otro lado, criar en primera persona y no reencontrarte con tus hijos cuando ya se hayan ido de casa ¡no tiene precio! Como hoy en día parece imposible poder llegar a todo sin renunciar ¡bienvenida al emprendimiento! Y mucha suerte.
Mucho ánimo guapa. A veces os leo y pienso que me gustaría dejar mi trabajo y dedicarme a mi proyecto, tengo tanto que quiero contar… pero no me da la vida! entre el trabajo por cuenta ajena y por supuesto el pequeño Vikingo… No llego a todo. Además lo que me fascina y emociona como ya sabes es mi proyecto y no mi trabajo actual remunerado así que… A veces me dan ganas de ser yo la que se largue pero como siempre… no nos podríamos mantener económicamente hablando así que me toca hacer como muchas y es seguir trabajando, haciendo malabares con mi horario que no es malo y mis padres que por suerte les tengo al lado e ir pidiendo ayuda porque lo que está clarísimo es que en este país la conciliación no existe.
Aquí una autónoma que trabaja desde casa desde 2006, antes de ser madre… Que la conciliación trabajando en casa sea más fácil es un MITO. De hecho, yo cuando más pico tengo de trabajo suele ser en agosto, en plenas vacaciones de los enanos. Sí, puedo hacer muchas cosas con ellos e ir a todas las funciones del cole, pero… Si se ponen malos, tengo que recurrir a familia (o tendría que pagar canguro), yo tengo que trabajar y facturar aunque ellos estén enfermos. En julio y septiembre toca tirar también de familia y casales. Sí, es más fácil organizarte para pasar tiempo con ellos, pero no olvidemos que, aunque trabajemos en casa, trabajamos y no podemos estar tampoco al 100% en todo momento.
Puede que haya quedado un poco así, pero es la cruda realidad de las madres que trabajamos por cuenta propia, que parece que la gente cree que porque lo hagamos desde casa no trabajamos tanto como si lo hiciéramos fuera.
Y ojo que no lo digo por ti, sino porque estoy harta de escuchar «qué suerte trabajar desde casa, así puedes cuidar a los niños»; no, perdona, trabajo en casa, no cuido a los niños. Es como ahora cuando le digo a la gente que la enana irá a los 8 meses a la guarde que me miran con cara rara porque claro «trabajo» en casa, ¿por qué no me quedo con ella? Pues porque un bebé a partir de que empieza a gatear hace imposible trabajar U_U
En fin, que he utilizado tu post quizás como desahogo, pero oye, que lo importante aquí es hacer lo que le gusta a una y tirar adelante con ese proyecto tan molón, que ya sabes que aquí tienes a una clienta :P
Me siento muy identificada con tu post. Es una mierda como está montado todo. Yo me encuentro día tras día en tener que poner en una balanza mis hijos y mi carrera. Pasan ellos por delante, pero la sensación de renuncia es desagradable.
Muchos ánimos con estos nuevos proyectos!!
La conciliación no existe, son los padres. Yo tenía claro que en la empresa en la que estaba era imposible conciliar y la flexibilidad brillaba por su ausencia.
Decidimos que renunciaría a todo y arriesgaríamos mucho por tener un vida lo más «kids friendly» posible.
Mucho ánimo. Tienes un proyecto muy bonito en mente, trabaja por ello y las cosas irán saliendo.
Un abrazo y (casi) bienvenida al mundo de los PAM