Y ya vamos llegando al final, un año que -como todos- pasa volando junto a las inseguridades y miedos que teníamos sobre esta nueva etapa escolar.
Nosotras venimos de un grupo de crianza, una coomaternidad compartida que tuvo sus pros y sus contras, de la que nos llevamos muy buenos recuerdos y amistades de esas de toda la vida. Empecé esta etapa con mucho miedo, y un gran choque, por las horas, las costumbres y el estilo de educación.
Pero la terminamos llenas de ilusión, con nuevas amistades y formando parte de un proyecto que nos acompañará los siguientes 8 años.
Este post es de esos para ti, pequeña dragona, como los que te escribía con los progresos de los primeros meses y las primeras hazañas.
Ese primer día escogiste la Cebra, tal vez fuera para descubrir todo ese mundo de matices en grises que hay entre el blanco y el negro, o porque hasta ahora habías sido manada y te sientes cómoda sin destacar. Tu símbolo, el que te ha acompañado todo el año y del que hemos aprendido juntas. Luego poco a poco te has ido convirtiendo en leona y tu rugido se ha hecho fuerte y poderoso, como el de Kion, aunque siempre hay algo de las dos en ti, y empatizas con la Cebra aunque sabes sacar las uñas cuando hace falta.
Necesité más yo la adaptación que tu. Entraste los primeros días segura, confiada, con ganas y me decías adiós con cariño y sin mirar atrás. Yo apuraba los minutos jugando, rascando momentos, viendo como otros entraban y salían. Cuántos seres, cuántas familias, que diferente era todo ¡y tu eras tan pequeña! Ahora veo la diferencia de ese ser que eras y el que eres ahora ¡y pensar que habían criaturas que empezaban con la edad que tu tienes ahora!
Superaste con creces la diferencia de edad, y todos esos miedos que yo tenía, se fueron difuminando. No tuviste problemas con la retirada del pañal, con la distancia que caminábamos cada día, con el idioma, con la comida, con la de horas.
¡Y todo lo que has aprendido! Siempre has sido muy de hacer las cosas sola, así que todas esas aventuras para ti han sido retos a superar. En muchas jugabas con ventaja pero para mi ha sido alucinante ir viendo los cambios, tu autogestión, los consciente que eres de tu entorno y toda la autonomía que has ido adquiriendo.
Si algo me ha ido encantando es ver cómo han ido cambiando tus dibujos, como la vida cogía forma, las personas, y el entorno. Cómo veías los detalles y cómo has aprendido el mundo.
Ahora nos quedan más de dos meses maravilloso, juntas y probando los casales de verano, a los que seguro que te vas a adaptar fenomenal porque para ti todo es un juego, y yo tengo la gran suerte de poder jugar a tu lado.
El año que viene me toca a mi… pero estoy muy segura que no voy a estar tan feliz y contenta. Será la fanta de sueño o que adivino el advenimiento del fin del mundo…
Es un detalle muy bonito
¡Qué bonito Annabel! P3 pasa rápidísimo, el primer día de clase acompañamos a nuestros «bebés» y recogemos el último día niños, autónomos y que no pasa día que no nos sorprendan!
Un besote y a disfrutar del verano!
¡Jajaja! Con las tetillas pequeñas. Lo que me sorprende es que al padre le ponga unas casi tan grandes como las tuyas. Mi bichilla anda indignada porque papá no tiene tetis… Oye ¡este dibujo refleja mucho! La mía sólo hace rayotes y dice que son pájaros, aviones, un conejo… Sólo viendo lo que ha cambiado la mía en los últimos 6 eses ¡miedo me da este cambio radical tras los 9 primeros meses del curso! Te ha quedado un post más mono y más amoroso…
¡Qué bonito! Este es de esos post que te gustaría que el día de mañana leyeran… Y qué bonito es verlos crecer y acompañarles…
Un besote!!