Mujeres emprendedoras: Mónica de los cuentos de mamá

Historias de mujeres, historias de madres, historias de emprendedoras, de atreverse, de apostar, de ideas y de sueños. En esta sección de mujeres emprendedoras os quiero traer histórias reales, que inspiran, contadas por ellas mismas.

Mientras vaya teniendo vuestras histórias esta sección funcionará con un post los viernes cada semana o cada dos semanas (depende de si a mi las criaturas me lo permiten), si eres mujer, seas o no madre, y quieres contar tu historia, escríbeme a emprendedoras@lanavedelbebe.com para que nos conozcamos y te cuento lo que necesito (poco más que texto y fotos).

Hoy escribe Mónica, de los cuentos de mamá, la podéis encontrar en:

Instagram: https://www.instagram.com/loscuentosdemama/

Twitter: https://twitter.com/cuentosdemama

web: https://loscuentosdemamasite.wordpress.com

Personalmente me encanta, porque creo que las palabras y el mensaje que transmitimos a nuestras hijas y nuestros hijos es muy importante ¡gracias por tus cuentos, por ayudar a hacer tribu, por tus manifiestos y por querer compartir tu experiencia!


Escribo desde siempre, desde que recuerdo las palabras han querido formar historias, una necesidad de crear y contar, aunque mi verdadera inspiración llegó de la mano de mi hija. Hasta entonces mis palabras habían recabado en prensa, algún premio literario, y los clásicos rechazos de grandes agentes literarios. Con la llegada de mi pequeña mis palabras se transformaron y mi voz cambió, necesitaba expresar la tormenta de sentimientos que me invadieron, y mis nuevas palabras buscaban la comprensión y compañía de otras mamás.

Así nació Los cuentos de mamá, primero y durante mucho tiempo solo como una cuenta en Instagram; después, desde hace seis meses y tras las peticiones de las seguidoras, también como blog. Y durante este tiempo surgieron nuevas palabras para acompañar a mi chiquitina, palabras que formaron una nueva idea en mi cabeza, una ilusión; así nacieron los Manifiestos. Unas láminas personalizadas pensadas para cambiar el tradicional discurso que pretenden normalizar en el mundo infantil, unas láminas para algo más que decorar una habitación, unas láminas que sirvan para guiar, para revelarse y manifestarse.

¿Emprender o, sencillamente, seguir un camino? No sé si a lo mío se le puede llamar emprender, tan sólo me he dejado llevar, y desde hace dos meses mis Manifiestos están a la venta. Hay muchos proyectos, muchas ideas que envuelven a estas láminas, pero voy despacio, respetando mi prioridad, la que ha provocado que haya querido emprender; estar con mi hija. Ambas compartimos el día a día, sin guardería, porque ella fue la decisión de dejar mi trabajo y ella también es la decisión de buscar nuevos caminos, porque no quiero hipotecar mi tiempo con ella, quiero que me tenga cerca, presente.

Hasta que llegue el momento en el que comience su etapa escolar, compartimos este nuevo proyecto juntas, ella lo originó, así que ella está presente; me acompaña a la imprenta, a enviar los pedidos, recortar estrellas,  y sí, también, enreda sus manitas en el teclado del ordenador, intenta apagarlo, me desmonta los montajes de las fotos, me demanda para jugar cuando intento trabajar. ¿Difícil hacerle entender que estoy ocupada? Muchísimo, casi imposible, así que no me queda otra que robarle horas al sueño y las noches son mis aliadas, siempre que ella no se despierte.

Estas láminas, estos Manifiestos, son una pequeña criatura que requiere mucho tiempo, dedicación y esfuerzo. De repente te conviertes en una mujer multitarea, sí, aún más si cabe. Soy la creadora, la diseñadora, el departamento de ventas, de atención al cliente, de marketing, mi propio community manager, el centro de todo, todo depende de mí.  No siempre lo consigo, no siempre llego a todo, porque convivir con un pequeño torbellino de casi 3 años no facilita la tarea; pero prefiero seguir este ritmo, porque es el que me permite saber si mis laminas gustan, si las madres que las compran se sienten satisfechas, interactuar con quienes las demandan, contestar, hablar, saber que todo ha salido bien, recibir el necesario feedback  para mejorar o, simplemente, sentirme satisfecha.

En este camino yo decido, yo tomo las decisiones acertadas, o las equivocadas, yo soy la responsable del devenir de esta aventura, nadie más. Esa es una ventaja, por muchos contratiempos que aparezcan. Porque  ver que algo creado por mí crece, gusta, saber que cuelga ya de la pared de unos cincuenta hogares, es realmente ilusionante. Y, sí, hay momentos en los que me siento desbordada, superada, las horas y las tareas pendientes se acumulan con el cansancio y la maternidad 24/7; pero prefiero intentarlo, no quiero que nadie me cuente esta historia, quiero vivirla, ser la protagonista. Sólo puedo decir que si tienes esa ilusión, esas ganas, esa idea, cógela, dale forma, tómate tu tiempo y arriésgate, siempre hasta dónde puedas o creas, pero lánzate, de lo contrario nunca sabrás si lo habrías conseguido. Sino jamás sabrás si podrías haber hecho realidad ese sueño.

Si me acompañais en este camino, espero que podáis ver crecer este proyecto plagado de ideas, porque mis palabras no quiero que se queden solo en los Manifiestos, en las láminas, pretendo que cobren vida de mil maneras, porque las palabras no tienen fronteras, y los sueños aún menos.

Un +1 o un compartido nos ayuda a seguir escribiendo :)

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