Niñas bicheras ¡Montessori: Mi primer libro de los Insectos y del Jardin!

El jardín, y el campo cerca es lo más maravilloso de esta casa, porque mis niñas ya en ciudad han sido bicheras y las salidas al parque siempre se convertían en coger bichos bola bajo las plantas o renacuajos en las fuentes. Durante el confinamiento se hizo muy duro el romper todo contacto con la naturaleza, estar encerradas en un piso, dejar de notar el sol en la piel y que la única vista fuera el edificio de enfrente, ventanas, aplausos y plantas de balcón que estaban tan mustias como nosotras.

Ahora nos quedamos embelesadas con cualquier escarabajo, mariposa o saltamontes, encontramos grillos y vemos a las largatijas nocturnas, liberamos arañas porque esas aun me dan cosilla y coleccionamos caracoles en las enredaderas. Y sobretodo las niñas tienen un contacto directo con la naturaleza, el crecimiento de las plantas, el huerto y el equilibrio de lo todo que nos rodea.

Hemos visto la totuga de la vecina que se ha enterrado bajo tierra al llegar el frío, y hemos recogido hojas de otoño, germinado bellotas y pintado piñas. Comparado las formas de hojas perennes y caducas, y visto madurar un fruto día a día desde una flor polinizada. Por eso este libro le ha fascinado a la peque de 3 años, porque además es cercano y reconoce muchos de los elementos que ve en nuestro jardín.

Le hemos plantado romero a las abejas, visto familias de bichos bajo las rocas,  enraizado esquejes y también se nos han muerto algunas plantas…

La colección Montessori de VVKids nos tiene enamoradas, desde sus primeros libros de numeros, formas a las completísimas cajitas de emociones o animales. 

Aprendemos sobre los arboles, las flores, los animales, con líneas que seguimos con el dedo y unos dibujos sencillos y con elementos claros para los más peques de la casa.

A través del viaje de una mariquita que busca una de sus manchas saltaremos de flores a briznas de hierba, preguntando a animales de día y de noche. Con una página final en la que la mariquita se siente feliz sin su mancha porque por el camino -aunque no la haya encontrado- nos ha presentado a un montón de amigos de jardín.

Ideal para aprender vocabulario nuevo y para que esas pequeñas mentes curiosas que se embelesan con cada bichito del camino, no dejen de hacerlo nunca.

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