Seguro que alguna de estas frases las habéis escuchado, o incluso las habéis dicho, delante de vuestras criaturas, dirigiéndonos a ellas o incluso a terceros.
- Se porta genial, pero le cuesta dormir.
- Es que no come nada
- No le gusta la fruta
- Le dan miedo los perros
- Si es que no se entera de nada
- Todo el día quiere ir vestida de princesa
- Si por ella fuera comería todo el día chocolate
- No te subas ahí que tu no sabes
Nuestras hijas e hijos entienden el mundo sobretodo a partir de lo que sus adultos de referencia dicen, y desde muy temprana edad entienden mucho más de lo que expresan. Nos escuchan y se forma una imagen de cómo son por como les describimos.
La primera imagen que formará una criatura sobre si misma viene dada por como percibe que le ven las personas más cercanas
Además de que son seres en constante cambio, y somos nosotras las que podemos perpetuar actitudes, afianzar sentimientos y quien tenemos que ayudar a que esa imagen que se forman de si mismas sea positiva, y acorde con como ellos se van a ver y sentir más adelante.
Mi hija, mucha veces antes de pedir algo de comida, me mira y me pregunta «¿eso me gusta mamá?»
Si constantemente estamos repitiendo algo delante suyo, por muy inofensivo que nos parezca, estamos reforzando esa actitud.
Si decimos que no le gustan las verduras, que es muy mala comiendo verduras, le preguntamos con ella cerca a la maestra qué tal se ha comido las espinacas en el cole porque normalmente no le gustan, cuando vamos al supermercado comento con mi pareja delante de la niña que esta semana no compro judías porque se las come muy mal o si cuando le ponemos el plato delante le digo algo como «ya se que no te gustan, pero tienes que comer un poco» estamos contándole que no tienen que gustarle y que nunca le van a gustar. ¿Ese es el mensaje que queremos que aprenda?
Es importante dejar que se formen solos y solas como personas, que sus gustos cambien, pero también saber que podemos usar estas herramientas para guiarles y ofrecerles mensajes positivos sobre ellas mismas y sobre su entorno.
En nuestra experiencia realmente alimentos que ni probaba, a fuerza de ir cocinando, presentando y diciendo que sí le gustan le han acabado gustando. Y ya no solo con la comida, por ejemplo os puedo contar un caso de una criatura que estaba curiosa mirando a nuestro perro y cuando se iba a acercar la madre me dijo que el pequeño le tenía mucho miedo a los perros, y acto seguido la actitud del niño cambió y no se quería acercar.
Hay toda una pseudociencia alrededor de esto, la PNL -programación neurolingüística- que explica cómo definimos la realidad mediante las representaciones y modelos que recibimos, así la inventamos más que descubrirla, y si esas representaciones cambian, también puede cambiar la realidad que nos hemos formado.
Muchos coachings se basan en alcanzar metas mediante mensajes positivos y en cambiar el lenguaje como impulsor de un cambio de actitud. En la infancia desde los primeros años es fundamental el uso de mensajes positivos, incluso nos ayudarán muchísimo en esos mal llamados «terribles dos años»
¡Y no confundamos el no decir que NO o la crianza positiva con la ausencia de límites o la permisividad de hacerlo todo o de reír todas las gracias!
Pero siempre hay una manera de decir las cosas positiva, y sobretodo que ellos se nieguen a algo o se enfaden no debería ser motivo para también enfadarnos nosotras. Mantener los mensajes positivos, la calma y el respeto nos ayudará a formar criaturas seguras y con capacidad de enfrentarse a los problemas.
¿Habéis contado cuántas veces al día decís «no» a vuestras criaturas?
MUY CIERTO!! esto le digo yo siempre a mi marido, y a mi a veces se me escapan tambien cosillas…..y es que si le tratas en positivo, el peque responde mejor!! pero claro cuando te preguntan directamente, no sé muy bien que hacer XD
a veces hablo con mi marido deletreando o con algunas palabras en ingles (que el niño el ingles lo entiende tambien!! tendremos q aprender japo o algo jajajaja) y entonces el peque me dice: «mama que dius?» jajajaja se entera de to ^__^
tengo que pulir este tema, nada de hablar de comida o dormir delante del peque y «siempre positifo, nunca negatifo» ^___^
Totalmente de acuerdo, además siempre tendemos, muchas veces sin darnos cuenta a destacar las cosas negativas y no las positivas. Tenemos que cambiar el chip!
Un saludo!
Yo soy muy de NO así a lo grande. He intentado no usarlo pero es tan directo y la única palabra que impone a mi bichilla, que no la puedo dejar de lado. Si no, se me mataría al llegar a la carretera, se me tiraría por la ventana… en fin, que tenemos noes para dar y regalar. Eso sí, esas frases no suelo decirlas, excepto la de las princesas, pero vamos, es que ¿cómo voy a decir lo contrario? Si todo el día quiere ir vestida de princesa. Que vaya, que a mí me da lo mismo, pero no creo que ponerlo de relieve sea malo De hecho, la mía creo que tiene una percepción demasiado elevada de sí misma ¡ay, cuando se pegue el batacazo!