Qué no puede faltar en la bolsa de básicos para el bebé

Una de las cosas que recuerdo preparar con más ilusión en mis dos embarazos fueron las bolsas del hospital. La primera con muchos nervios. La segunda, que la preparé más relajada, también iba mucho menos llena, y fue además tremendamente más práctica. Ambos momentos fueron sin duda los más felices, porque eran para el día que marcaría un antes y un después en nuestra familia. Después de ese día, me he pasado años, llevando conmigo siempre cosas para las peques, y, al igual que con la bolsa del hospital, he aprendido a reducirlo, a realmente llevar solo lo básico y necesario.

Muchas veces aún me preguntáis qué llevar en la bolsa para el bebé o qué regalarle a una mamá reciente, pensando en algo que realmente vaya a serle útil.  Y os tengo que decir que si hay algo que no ha fallado en mi bolso, carro, mochila y ahora maletero, desde el día que nacieron las dos niñas -además de los pañales y una muda de ropa- son una muselina, un tupper con comida y una manta.

Las mantas personalizadas son sin duda un regalo muy útil, además de rebonito, que van a usar durante años, aun hoy, casi 5 años después de nacer la pequeña, tenemos la nuestra, como un recuerdo precioso. Y es algo que además no sobrará si ya tienen otra. ¡Tenerla además con el nombre de tu peque es un regalo muy original! Las mantitas además se pueden convertir en objetos de apego, arrullarla mientras está tomando el pecho, que el bebé la asocie con momentos de tranquilidad, y que luego su tacto suave le sea reconfortante.

Por otro lado, las gasitas de algodón o muselinas las hemos empleado para infinidad de cosas; desde taparla en el carro, a utilizarla de babero en un momento puntual. Las he utilizado para limpiar y secar a las niñas, o hasta para atarlas en una trona fuera de casa. Y la manta, además de un abrigo en un momento de frío, nos ha quitado de más de un apuro cuando hemos necesitado colocarla como base de cambiador improvisado. O si se queda dormida en el coche, incluso nos sirven para que el bebé se tumbe un día en el parque. La comida he visto que era sin duda imprescindible, sobre todo una elección sana (fruta, cereales, pasas o no os voy a negar que muchas veces galletas) a partir de los 6 meses. Un tupper que sea pequeño, y lo pueda llevar con sus manitas tampoco falta nunca en el bolso.

Teniendo dos niñas, con horarios de cole una y de grupo de crianza la otra, la merienda siempre me pillaba fuera de casa. Más allá de eso, necesitaba momentos en los que la peque quisiera quedarse en el carro sentada, porque teníamos que ir a buscar a su hermana, tocaba subir en autobús o era el momento de volver a casa del parque. Si esos momentos le pilla con hambre, sacar un tupper de snack saludable es la solución.

El resto de cosas a llevar en el bolso son una elección personal, pero ya pueden ser para una emergencia y depende de como de previsoras (y cargadas) queramos ponernos. Hay edades que se usan unas cosas más que otras, peor para mí no hay nada más imprescindible. Aunque por ejemplo, cuando las niñas han tenido entre un año y dos siempre llevaba un stick para los golpes de arnica, o ahora no me faltan tiritas, gomas de pelo, y una tijeritas de bebé. Incluso con 4 años empezar a llevar siempre una libreta y lápices de colores es un poco básico, pero os puedo asegurar, que la manta sigue viniendo con nosotras en todos los viajes o salidas largas.

 

 

 

 

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