Mujeres emprendedoras: Leonor de Como pez en el agua

La artesanía, siempre me ha encantado, las cosas hechas a mano, con amor, con ese toque especial y único. Los pequeños detalles, los acabados cuidados, y el saber quién hay detrás de las joyas que te pones o la ropa que usas.

Me encanta hoy traeros a Como pez en le agua al blog, que ya lleva 13 años como mujer emprendedora, su historia, su experiencia y sus creaciones, os van a encantar.

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En esta sección os voy a ir enseñando los viernes proyectos de gente bonita, mujeres que han dado el salto a trabajar por su cuenta, sus luchas, sus dudas, y sus éxitos, porque para otras como yo, que nos lo estamos pensando, son ejemplos que nos ayudan a ver que se puede conseguir, y que las ideas hay que perseguirlas y darles forma.

Mientras vaya teniendo vuestras histórias esta sección funcionará con un post los viernes cada semana o cada dos semanas (depende de si a mi las criaturas me lo permiten), si eres mujer, seas o no madre, y quieres contar tu historia, escríbeme a emprendedoras@lanavedelbebe.com para que nos conozcamos y te cuento lo que necesito (poco más que texto y fotos).

Aquí tenéis la história de Leonor.


¡Hola! Me llamo Leonor y nací en Vigo (Galicia) en 1978, y en el 2005, con 27, años tomé la decisión de dejar el trabajo que tenía y convertirme en emprendedora y abrí una tienda-taller de artesanía llamada Como pez en el agua en Santiago de Compostela donde realizo y vendo piezas hechas a mano en diferentes materiales.

Os cuento un poquito mi historia: estudié Traducción e Interpretación por francés y alemán, y cuando me licencié me fui a trabajar un año a París. Al terminar, me vine a vivir a Santiago donde estudié un Ciclo de Joyería y un curso de esmaltes a fuego y empecé a trabajar de secretaria. Ahí fue cuando me di cuenta de que quería montar mi propio negocio: no quería trabajar en una oficina frente a un ordenador sino que quería abrir una tienda que tuviera el taller a la vista y vender productos hechos por mí, quería vivir de un trabajo creativo y ser mi propia jefa. Y quería que mi tienda se llamase Como pez en el agua, el nombre lo tuve clarísimo.

Así que mientras iba haciendo un plan de empresa (que en aquel momento no sabía que se llamaba así) busqué un local, lo alquilé, lo amueblé y decoré como pude invirtiendo los ahorros que había conseguido en París. Y me puse a fabricar piezas con todos los materiales que sabía trabajar: pendientes, colgantes, anillos en plata, esmalte, fimo, bolsas de tela, diademas y ropita de bebé pintada a mano (que es la parte que actualmente tiene más éxito entre mi clientela).

Han pasado ya 13 años y no me he arrepentido ni un solo día de tomar ese decisión. Por supuesto requiere mucho esfuerzo, trabajo y responsabilidad, y una gran capacidad de adaptación a los cambios, pero es maravilloso levantarse cada día y abrir las puertas de este espacio creativo,  que es como una extensión de mi casa.

La maternidad en mi caso vino cuando el negocio ya llevaba bastante recorrido: tuve mellizos hace 4 años y esto significó una nueva etapa en mi vida como emprendedora. Tuve que adaptar mi trabajo a mi nueva situación: durante el embarazo (con una barriga enorme por el embarazo gemelar con la que chocaba contra el mostrador, en la baja de maternidad y la lactancia y en el periodo después de la baja con los niños todavía muy chiquitos. Trabajar por cuenta propia tiene sus ventajas y sus inconvenientes cuando vas a ser mamá. Por una parte tienes las desventajas de que el dinero que te da el estado al estar de baja es una cantidad pequeña, que llega apenas para pagar los gastos fijos mensuales que implica tener un negocio. Pero claro, luego también hay que pagar el piso, la comida, etc, y para eso tuve que tirar de ahorros. Pero por otra parte (la buena) te puedes organizar como tú quieras, y una vez que empiezas a trabajar también te organizas como mejor te conviene. En mi caso me he hecho un horario de trabajo a medida, que me permite llevar y recoger a mis niños del cole, comer con ellos tranquilamente en casa, etc. Y por supuesto también me los puedo llevar al trabajo cuando quiero… aunque a veces me ponen la tienda patas arriba! Pero poco a poco van entendiendo que la tienda es mi lugar de trabajo, que trabajo en un taller y hago todo a mano. Y también han conocido a mucha gente en la tienda y eso creo que les ha hecho muy sociables.

Me siento una privilegiada por poder vivir desde hace 13 años de lo que me gusta, en un espacio tan bonito, pudiendo disfrutar de una vida tranquila y de una familia maravillosa que me acompaña en esta aventura.

Emprender es estupendo pero arriesgado, por supuesto. Hay gente que de repente lo vemos totalmente claro y nos lanzamos a ello, hay otra gente que necesita un pequeño empujón para superar el miedo a lo desconocido. Pero yo siempre digo que si te apetece hay que intentarlo, por supuesto pensándolo bien y poniendo sobre la balanza pros y contras. Y si luego no sale bien, pues no salió bien, pero por lo menos lo intentaste.

Y esta es brevemente mi historia. Si os apetece conocerme más no dudéis en visitar mi web y escribirme si tenéis alguna duda.

 

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