Subiendo un poco desde Poble Sec, hacia Montjuïc, a un tiro de piedra del centro de Barcelona, donde parece que te adentres en el monte, se encuentra una zona residencial, como sacada de otro mundo, que nada tiene que ver con la aglomeración y la espesez de unas calles más abajo. Ahí arriba las calles estrechas y sin tráfico, casas unifamiliares, enormes verjas, amplios jardines y espacios que dan la sensación de estar viviendo en un pueblo.
Ahí, entre Juliá y Creu del Molers hay diez viviendas del ayuntamiento, unidas entre ella y compartiendo un patio de vecinas. Un patio como los que me contaba mi suegra que vivían en sus tiempos, donde las mujeres se cuidaban unas a otras, donde olías lo que estaba cocinando la vecina y entrabas a su casa a ayudarle con los niños.
Un hombre ocupó hace años esas diez viviendas, y el ayuntamiento le cedió el espacio a cambio de que no dejara que nadie más entrara. Ese hombre ha muerto hace poco. El espacio está descuidado, deshabitado, vacío, las viviendas con las ventanas tapiadas y las puertas cerradas. La maleza se come todo el espacio. Espacio desaprovechado, sombra de lo que puede ser. Aunque después de lo que han hecho con el centro social Can Vies esta semana, miedo da pensar en las opciones…
Hace días os contaba como en la Eixample había conseguido un espacio y lo habían converido para el barrio. ¿Y si nosotras hacemos algo parecido?
Desde que soy madre no me gusta la idea de criar en la ciudad, que sus juegos sean siempre en asfalto o en parque infantiles de arena, pendiente continuamente si se va a la carretera, si se le acerca un extraño, encerrados en las casas dónde protegemos una intimidad que nos aísla de nuestra comunidad.Si algo recuerdo de mi infancia, es el pueblo, las vacaciones, jugar en la calle, ir en bicicleta. Quiero que V tenga un triciclo, aquí he visto unas monísimas. He estado leyendo sobre algunos de los beneficios de la actividad física a través de juegos como el triciclo y lo tengo claro. Ella se hace tan grande.
El proyecto de comaternidad del que formo parte, y Babàlia, junto con el Ateno de barrio La Base me están haciendo cambiar mucho mi visión del mundo, de una forma que no me hubiera ni creído hace unos años. Leerme libros de homescholling estos días me sigue dando una visión de que no estoy haciendo todo lo que me gustaría, de que al final voy a entrar en un sistema con el que no estoy de acuerdo, pero al que no me queda más remedio…
Y mientras, sigo soñando con criar a V rodeada de madres, en un lugar en el que pueda ser ella misma, saliendo y entrando a un patio de vecinas.
Yo, que me crié en una urbanización a las afueras de un pueblo, todo el día callejeando arriba y abajo, que mi madre sólo tenía que salir y darnos un grito desde el balcón cuando quería que nos recogiésemos… ahora veo que en el Pueblucho Infernal esto va a ser imposible con la bichilla: calles estrechas, todas con mucho tráfico, parquecitos muy pequeños y cerca de la carretera… Hace unos días hablaba yo del tema de la bicicleta, que quiero que la niña tenga de esas sin pedales, pero no sé por dónde la voy a echar a rodar.
Me gusta mucho tu visión. En mi barrio es como si vivieras en un pueblo en el que la mayoría de los vecinos se saludan del edificio, los papas y mamás del parque se conocen y no puedes dar dos pasos sin pararte a saludar. Para ser Madrid no esta mal. ¡Me encanta ese ambiente de patio de vecinas!
Me parece tan extraño que el ayuntamiento le cediera diez viviendas a un sólo hombre!!! Espero que vuelvan a vivir en ese patio diez familias…
Qué bonito lo que cuentas, de las vecinas y la comunidad.
Nosotros nos hemos pasado de Madrid a un pueblito alicantino y estamos muy contentos. No llega a tanta comunidad ni por asomo, pero sí que a la fuerza estás y te sientes mucho más cercano de tus vecinos.
Y por supuesto, ¡para los niños es maravilloso salir de casa ya con la bici puesta!
Ojalá consigáis una solución bonita para vosotros!
tal vez hablando con el ayuntamiento, negociando, se pueda conseguir algo! creo en el poder transformador de las personas unidas, ojalá puedas conseguir eso y más para V, te veo tan metida en estos grupos que creo que algo bueno tiene que salir de todas maneras, y si hay más como tú, mejor que mejor ^^
a ver si pronto me pones al día en persona! :D
Increíble lo que te cambia la vida la maternidad, eh? Ya me ves a mi, volviendo en un par de semanas al pueblo en el que creía que no volvería a poner el pie en mi vida jajajajaja
Yo también pienso en el homeschooling, no muy en serio porque lo veo tan lejos… pero por el momento me estoy planteando muy seriamente no llevar al nene a preescolar cuando cumpla 3, y buscar alguna alternativa, al menos hasta que le toque empezar la obligatoria. Y después ya veremos… pero es que pienso en mi infancia y me da tanta pereza por él, pienso en un niño activo y curioso, sentado mil horas al día, aburriéndose y perdiendo su chispa poco a poco…